El Consejo Regulador pone término a una vendimia de gran calidad
Los datos de recogida de uva confirman las previsiones de reducción en la cantidad, que rondará este año los 70 millones de kilos, un 19,5% menos que en la campaña de 2009
A pesar de los avances técnicos, algunos aún descargan la uva con palas.
DBI.M.L. / Aranda
La vendimia en la Ribera del Duero se daba ayer por finalizada, a falta de que 20 bodegas terminasen la recepción de uva de las 239 que han abierto sus puertas este año para recibir la cosecha con la que elaborar la añada de 2010, con lo que 21 han permanecido cerradas en esta campaña de recepción de uva . Las previsiones de los técnicos no han ido desencaminadas y tanto la calidad como la cantidad de uva ha sido similar a la que esperaban los expertos.
Según apunta Agustín Alonso, director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, las condiciones en las que ha llegado la uva a las bodegas son más que buenas. «La uva ha venido como preveíamos, con un grado alcohólico moderado y más que suficiente, estamos hablando de más de 13 grados la mayoría; ha venido muy equilibrada, con la acidez muy equilibrada y la maduración fenólica adelantada con respecto a lo habitual, lo cual es buenísimo porque tenemos muchísimo color y buena extracción de tanino y tanino dulce», resume Alonso, calificando la uva de «espectacular».
En cuanto a las condiciones en las que se ha desarrollado la vendimia, aunque oficialmente se abrió el 20 de septiembre, no se generalizó hasta mediados de este mes de octubre, aunque las precipitaciones de agua que se produjeron en los días previos al puente del Pilar hicieron temer por el desarrollo del proceso de recogida y de la calidad final del fruto. «Nos asustamos en principio con las lluvias», reconoce Agustín Alonso, «pero luego el tiempo ha venido saludable, sol por el día pero con frío y con viento, que el viento deseca mucho y es muy difícil desarrollar enfermedades cripogámicas con lo cual la sanidad ha sido muy buena, perfecta», explica.
Lo que también se ha confirmado con respecto a los datos que se esperaban es el descenso en la cantidad, en comparación con la recolectada en la pasada campaña. Las cifras de este año están rondando los 70 millones de kilos de uva, cuando en 2009 se contabilizadon 87, aunque el año anterior se superaron por poco la cantidad de la cosecha actual. Las condiciones meteorológicas volvieron a ser las causantes de esta reducción en la cantidad de bayas. «Por la helada de primavera que hubo y cuando la época del cuajado hubo viento y lluvia coincidente con esta fase y hubo unas zonas que siempre produce corrimiento y es menor el cuajado de uvas», explica el director técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero.
Si hacemos caso a los entendidos, «el resultado de la uva es para sentirse más que satisfecho», como apunta Alonso, lo que hace pensar que si la calidad del fruto es más que buena, la calidad de los vinos irá en esa tónica. De hecho, algunos enólogos ya han comprobado que en los primeros caldos que han descubado se constata que conservan mucha fruta, «lo cual significa que podemos tener jóvenes con una expresión frutal altísima, pero además muy potentes, o sea, unos grandes jóvenes, es una cosecha que, en realidad, apunta más que maderas para hacer grandísimos vinos de guarda», explica el técnico del Consejo Regulador de la DO.
Aunque las condiciones meteorológicas siempre son un factor fundamental a la hora de lograr una buena cosecha de uva, los responsables del órgano regulador de la DO reconocen que la profesionalidad de los viticultores de la zona es destacable. «Creo que son la envidia de otras zonas de España y del mundo, la gente es muy profesional y se nota a lo largo de todo el ciclo que cuidan las viñas prácticamente como si fuera un jardín, siempre se hace aclareo de racimos para que maduren adecuadamente», comenta Agustín Alonso.
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