Desde el inicio de las publicaciones Duerotur ha recomendado la visita de los Museos de La Ribera del Duero y concretamente este que se encuentra en la vallisoletana localidad de Peñafiel, pero quien mejor que su director para que nos hable sobre el Museo, entrevistado por Agapito Ojosnegros:
"Es filólogo, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y director del Museo Comarcal de Arte Sacro de Peñafiel. Pero, además, Jesús de la Villa es un gran y sabio conversador, especialmente cuando de la Historia de Peñafiel se trata. Su amabilidad, su pasión y su cariño por el municipio le convierten en el cicerone ideal para recorrer sus calles.
-¿Qué ofrece el Museo de Arte Sacro de Peñafiel al visitante?
-Una colección muy completa, que abarca desde el siglo XIII al XVIII; un recorrido histórico que va desde la Edad Media hasta la época moderna con piezas estupendas, porque lo que se hizo fue seleccionar cuidadosamente las obras. Y, dentro de estas obras, destacan tres Vírgenes góticas, las tablas del maestro de Osma y, sin duda, lo mejor, la exposición de cruces procesionales que, a día de hoy, es la mejor en Castilla y León y, probablemente, en toda España.
-La inquietud, la sensibilidad y una mayor exigencia, ¿llevan al viajero de interior a buscar otras opciones de ocio?
-Al museo vienen dos tipos de viajeros: los grupos organizados y las personas individuales, en pareja o en familia, que buscan otro tipo de viaje; el que tiene que ver con la Historia de Peñafiel, con el sabor tradicional del lugar.
-¿La función del museo va más allá de la meramente expositiva?
-Las tres funciones básicas que realiza el museo son, en primer lugar, la custodia de piezas que no están expuestas y que, por su valor, tienen que estar protegidas. La segunda, la labor de restauración y conservación. Y, en tercer lugar, la tarea fundamental es la difusión del arte y el patrimonio con un discurso estético a la vez que histórico.
-Una pieza favorita...
-El Cristo del siglo XIV de Valdearcos, al que le faltan los brazos y los pies, y que recuperamos después de que fuese utilizado como viga durante doscientos años bajo una gotera. Es un Cristo con una fuerza tremenda"
-¿Qué ofrece el Museo de Arte Sacro de Peñafiel al visitante?
-Una colección muy completa, que abarca desde el siglo XIII al XVIII; un recorrido histórico que va desde la Edad Media hasta la época moderna con piezas estupendas, porque lo que se hizo fue seleccionar cuidadosamente las obras. Y, dentro de estas obras, destacan tres Vírgenes góticas, las tablas del maestro de Osma y, sin duda, lo mejor, la exposición de cruces procesionales que, a día de hoy, es la mejor en Castilla y León y, probablemente, en toda España.
-La inquietud, la sensibilidad y una mayor exigencia, ¿llevan al viajero de interior a buscar otras opciones de ocio?
-Al museo vienen dos tipos de viajeros: los grupos organizados y las personas individuales, en pareja o en familia, que buscan otro tipo de viaje; el que tiene que ver con la Historia de Peñafiel, con el sabor tradicional del lugar.
-¿La función del museo va más allá de la meramente expositiva?
-Las tres funciones básicas que realiza el museo son, en primer lugar, la custodia de piezas que no están expuestas y que, por su valor, tienen que estar protegidas. La segunda, la labor de restauración y conservación. Y, en tercer lugar, la tarea fundamental es la difusión del arte y el patrimonio con un discurso estético a la vez que histórico.
-Una pieza favorita...
-El Cristo del siglo XIV de Valdearcos, al que le faltan los brazos y los pies, y que recuperamos después de que fuese utilizado como viga durante doscientos años bajo una gotera. Es un Cristo con una fuerza tremenda"
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