Hacia el sur, hacia tierras segovianas podemos desde Peñafiel acceder por dos valles o vegas, en concreto una de ellas, es la formada por el Valle del Botijas, en el cual encontramos viñedos y bodegas variopintas y tan afamadas como es el caso de Pago de Carraovejas, Valle del Botijas, nombre este que recibe por el arroyo que lo ha moldeado a lo largo del tiempo, en este valle nos encontramos con pueblos de nombres tan bellos como Mélida, nombre que recibe por la tradicional elaboración de miel que durante siglos se ha realizado en su término, cerca de allí podremos visitar el Museo de la Harina y La Miel, situado en una antiguo molino, hoy restaurado en el que tanto mayores como niños podrán ver el proceso de la elaboración del "oro dulce" y del funcionamiento de un molino y por consiguiente la obtención de la harina. Remontando el valle, llegaremos tras pasar por Olmos con su impresionante iglesia parroquial, a Castrillo de Duero, cuna del Empecinado, héroe de la independencia, y ahora reconocido además con un museo o aula dedicado a su vida como militar o guerrillero y a su vida en su pueblo natal, es sin duda por estas posibilidades y recursos, por la alta calidad de sus alojamientos rurales y por su cercanía a Peñafiel el lugar ideal para pasar un fin de semana lleno de actividades en un lugar apartado y tranquilo, la arquitectura tradicional de sus pueblos y la frescura de sus riberas hacen de este, un bonito valle para perderse.
Duerotur les ofrece estos alojamientos y todas las visitas y actividades complementarias necesarias para que disfruten de su estancia en este tranquilo valle.
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