Os proponemos una excursión muy interesante y facil de realizar en una jornada, saldremos por La Ribera del Duero remontando el curso del rio hacia el Este por la Nacional 122, Villas como Peñafiel y Aranda de Duero nos deberán servor como referencia para tomar la Nacional 122 que será nuestro camino a seguir, podremos visitar el bello pueblo de Vadocondes con sus arcos e iglesias que hablan de un gran pasado, sus puentes y su bella ribera y su caserío en el que toparemos con una bonita plaza en la que contemplar un fabuloso Rollo gótico.
Caminamos hacia el este de nuevo hasta el Monasterio de La Vid, sin duda la joya del entorno arandino, joya que actualmente posee una hospedería regentada por los padres Agustinos quienes nos mostrarán los rincones de este espectacular monumento y su bello paraje donde nos hablarán de una Ermita de la cual no queremos desvelaros su secreto pues preferimos que lo descubrais por vosotros mismos, en este entorno hay rutas de senderismo bien señalizadas.
Seguimos rumbo rio arriba hasta El Burgo de Osma, sin duda el plato fuerte monumental de la jornada, su esbelta y muy bien conservada catedral, sus calles soportaladas flanqueadas por sus casonas nobiliarias y sus escudos, su plaza mayor con edificios emblematicos, sus murallas y parques, los restos del castillo de Osma que podremos divisar desde el alto donde se encuentra la atalaya defensiva que además nos muestra los restos de la ciudad Celtíbera de Uxama, sus puentes, iglesias.... en fin un mar de posibilidades para el turista interesado por el arte, la gastronomía y la tranquilidad.
Del Burgo de Osma nos desviaremos rio arriba remontando esta vez el Rio Ucero, que se abre paso entre vegas protegidas por cerros que cada vez son mas altos y boscosos, donde sabinas y enebros dejan intuir el tesoro que estamos por ver cuando llegamos al pueblo de Ucero, en donde desde su imponente castillo de la orden del Temple podemos divisar la entrada al Cañón de Rio Lobos, un espacio protegido donde el silencio es solo roto por el transcurrir del agua pura y cristalina del ucero, bosques, carcavas, barrancos, una fauna excepcional y en el interior una Ermita románica que nos hará evocar épocas pasadas, la Ermita de San Bartolomé, atribuida a la orden del Temple de igual manera, junto a la impresionante cueva de San Bartolomé donde incluso se pueden disfrutar de inscripciones y grabados de fechas que se pierden en el tiempo.
Desde Duerotur esperamos que esta ruta os haga disfrutar aun más de vuestra estancia en La Ribera del Duero y que sea de vuestro entero agrado si os unis a nosotros en cualquiera de nuestros programas de estancia.
Duerotur, somos La Ribera del Duero
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